29 Octubre 2018 | 19:13 - Redacción
La APSCC muestra su satisfacción por el inminente reconocimiento de la Lengua de Signos como Patrimonio Inmaterial. Conocida la noticia de su aprobación por el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura y Deportes en la reunión celebrada en Elche el pasado 26 de octubre, será inminente su declaración definitiva.
Para la APSCC y su Presidente, Ángel Soria Corón, este hecho es un reconocimiento de las capacidades de la comunidad sorda y sordociega para crear y mantener viva la lengua que se habla con las manos y que tiene su entonación en los rasgos faciales. Pero también es un reconocimiento en sí de la cultura sorda y sordociega lo que enriquece la propia cultura oyente
española y catalana (existen de hecho dos lenguas de signos oficiales: la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC).
La lengua de signos no solo responde a una necesidad de comunicación, es una expresión cultural en sí al hundir sus raíces y cada signo -que en sí expresa conceptos- en la cultura acumulada y mantenido por el conjunto de la sociedad y la comunidad sorda que la reinterpreta desde la perspectiva de sus capacidades.
La APSCC manifiesta su firme compromiso de apoyo, mantenimiento y enriquecimiento de la Lengua de signos, como expresión de cultura, como expresión de capacidades y vía de comunicación y expresión. Un compromiso que se manifiesta en su apoyo y prestación de servicios a la comunidad sorda y sordociega desde 1979, en la existencia de servicio de intérprete de Lengua de Signos (ILSE) desde 1997 y en la permanente apuesta por la formación en Lengua de Signos en la que desde esa fecha han participado más de 1200 personas, en su mayoría oyentes que han adquirido destrezas y capacidades comunicativas en LSE.
El Patrimonio cultural de España se ha enriquecido con este reconocimiento y ha adquirido un importante compromiso en la preservación, mantenimiento y enriquecimiento de la lengua del silencio. Un hecho que, en la opinión de la APSCC contribuirá a hacer más visible a la comunidad sorda y sordociega , a la atención a la diversidad funcional, la plena autonomía y la
igualdad.
